ASOCIACIONISMO COMERCIAL HOY: INFIERNO O PARAISO. –

ASOCIACIONISMO COMERCIAL HOY: INFIERNO O PARAISO. –
Y ahora que nos irá a contar este, pensarán algunos y algunas, y la verdad es que ni yo mismo lo sé en el comienzo de esta entrada. Solo sé que he trabajado y vivido más de 43 años dentro del mundo asociativo comercial. Podría decir que mi vida, mi carácter, mis relaciones se han forjado dentro de ese mundo.
Por eso, que no es poco, creo que tengo derecho, incluso el deber, de dejar aquí mi opinión, sobre ese mundo y sus estructuras, el papel que debieran de jugar en el ámbito social, cultural y económico… y el que realmente juegan hoy en día.

Una Asociación de Comerciantes es un grupo de empresarios y empresarias que actúan en el mundo del comercio, la hostelería y los servicios, agrupados para potenciar una zona de sus ciudades o pueblos, muchas veces en competencia con otras zonas o formatos comerciales, o tratando de que decisiones políticas de carácter urbanísticas, de movilidad, etc. no afecten negativamente a su actividad.
O bien dentro del mismo sector o gremio, en defensa de sus legítimos derechos, en asuntos tan dispares como la negociación colectiva, la formación continua y el reciclaje o las cargas impositivas o legislaciones que les afectan.

Las Asociaciones de Comerciantes, da igual de que índole, suelen estar dirigidas por un grupo de hombres y mujeres que constituyen una Junta Directiva, Junta Rectora, Comité Ejecutivo, el nombre es lo de menos, se trata de liderar, de intentar cumplir los objetivos reflejados en los Estatutos, de trabajar en beneficio de asociados y asociadas, en definitiva, y de hacer crecer la Asociación día a día.

Pues claro dirá más de uno a estas alturas, eso lo sabe cualquiera, y desde hace muchos años además…

Pero me ha parecido oportuno recordarlo, porque basta con echar un vistazo alrededor para darse cuenta de que casi todas las Asociaciones de Comerciantes que conozco, da igual locales o gremiales, en Euskadi y fuera de Euskadi, están muy lejos de cumplir con los objetivos que se les supone… evidentemente hay excepciones… pocas, pero las hay, por eso tienen muchísimo valor.

¿Qué ha pasado pues para que se haya producido este cambio? He pensado mucho en ello, y desde hace unos cuantos años, además, y tengo una teoría, mi teoría, con la que no pretendo convencer a nadie, pero que la voy a exponer aquí.

Durante décadas, los responsables de las Asociaciones, tanto empresarios y empresarias, como técnicos a su servicio, nos afanamos por demostrar la importancia del comercio, la hostelería y los servicios, para generar empleo y riqueza, ante las diferentes administraciones públicas.
Colaboramos con dichas Administraciones, en el diseño de políticas urbanísticas como Planes Especiales y de Rehabilitación, acciones de dinamización cultural, Planes de Movilidad como Peatonalizaciones, también hubo quien se opuso “ferozmente” a ellas, en lo que pensaban que era la defensa de sus intereses.
Podríamos decir que uno de los avances más importantes en el reciclaje de Residuos Sólidos Urbanos, o en la limpieza de pintadas vino de la mano del impulso, la colaboración desinteresada, e incluso de financiación, directa o indirecta, por parte de las Asociaciones de Comerciantes, como el caso del Casco Viejo de Bilbao.

Y las administraciones públicas, y los partidos políticos que las sustentan, se dieron cuenta de la importancia del comercio, la hostelería y los servicios, en la calidad de vida de los ciudadanos: «El comercio hace ciudad…» «Donde hay comercio hay vida…» empezaron a aparecer unos slogans preciosos, y las asociaciones empezaron a recibir ayudas y subvenciones para ayudar a financiar sus actividades… por fin las Asociaciones de Comerciantes eran agentes importantes… por fin el comercio era importante. Demasiado importante y apetecible, incluso políticamente quizá…

¿Y qué es lo que está ocurriendo? Pues que, desde mi punto de vista, humilde punto de vista, las ayudas y las buenas palabras, están desactivando a las Asociaciones de Comerciantes, al menos a la mayoría de ellas, convirtiéndolas en “estómagos agradecidos”, utilizando un símil deportivo… les han robado la cartera.

Y que conste que no estoy hablando de Bilbao exclusivamente… a lo largo de mi vida profesional he conocido docenas de Asociaciones, a lo largo y ancho de todo el Estado, y pocas, muy pocas conservan el espíritu y los objetivos para los que fueron creados… quizá este sea el motivo de que haya un índice tan bajo de asociacionismo… este y el individualismo irredento de un sector que pasa por unos momentos tan delicados, que pueden hacer que el comercio local se convierta en anecdótico en no demasiado tiempo.

Hay Asociaciones que siguen siendo reivindicativas, pero solo para que sus problemas se los resuelvan otros, preferentemente los organismos públicos, eso sí sin levantar demasiado la voz… no vaya a ser que nos retiren la subvención el año que viene…

La apertura, casi inmediata de Primark en Bilbao, o la evitable, aún, de Zaldunbora en Hondarribia, son los dos extremos de una guerra, que el comercio local es difícil que gane, pero que perfectamente puede perder… o es que alguien recuerda que, desde las Asociaciones de Comerciantes de Bilbao, o incluso desde las Asociaciones de Consumidores, que en otro tiempo defendían al mal llamado “pequeño comercio”, se hayan levantado voces en contra de la implantación del gigante irlandés, a los pies del propio Don Diego, en la puerta del Metro, estación de Abando y del tranvía que cada vez comunicará más zonas del Bilbao Metropolitano? ¿Más allá de charlas o conspiraciones de café o de taberna? Se ha puesto alfombra roja a un gigante comercial, con el pretexto de que traerá mucha gente a Bilbao… a una zona muy concreta de Bilbao, diría yo…, sin tener en cuenta el destrozo que va a causar en el comercio de proximidad de prácticamente todos los barrios, y no tan barrios de Bilbao.

Zaldunborda, parece que pinta de otra manera, pues son numerosas las Asociaciones de Comerciantes gipuzkoanas, incluso importantes Ayuntamientos, los que se han manifestado en contra de esta iniciativa, mal llamada comercial… ojalá se este a tiempo de corregir semejante desmesura.

Más arriba decía cual debiera de ser la función de las Juntas Directivas de las Asociaciones… y desde luego no es el decirse unos a otros lo guap@s que son, y dedicarse a acudir a los numerosísimos actos sociales, “eventos” les dicen, y demostrar lo bien que se lo han pasado en dichos actos, publicando sus fotografías en esas llamadas redes sociales… sino más bien, y también, porque no, en esos actos sociales, tejer redes de colaboración y hacer que nazcan proyectos que ayuden al comercio local a triunfar, no ha sobrevivir, siguiendo la teoría de un muy buen empresario comercial, Juan Carlos Ercoreca.

 

Pero aún queda un importante problema que solucionar para conseguir que las Asociaciones de Comerciantes, sean efectivas y consigan sus objetivos, además de ser respetadas por los organismos gestores del sector, del territorio y de las diferentes ciudades y pueblos… es la independencia económica… ¿cómo le voy a plantar cara a un Ayuntamiento o a un Gobierno Autonómico por una decisión lesiva para los intereses de los empresarios a los que represento, si la pervivencia de mi Entidad depende de las ayudas que recibo del mismo? Eso cuando no existen “quintacolumnistas” de los partidos en el poder en las propias Juntas Directivas.

La supervivencia de las Organizaciones Empresariales debe de depender de la solvencia económica propia de cada una de ellas, y no de las ayudas, coyunturales muchas de ellas, en función de un cercano periodo electoral, o de vaya usted a saber qué criterio, político o partidista por supuesto, que pueda recibir desde los organismos oficiales… ¿me llevará eso a buscar falsas representatividades, a base de sumar empresas y empresarios a la “causa”, pero sin ninguna implicación, a coste cero para ellos si es preciso?

Que puede hacer una Asociación, por pequeña y periférica que sea, si las aportaciones de sus asociad@s son de 6€, 10€, 20€, 30€ o 40€? Es eso todo lo que están dispuestos a invertir porque un grupo de profesionales, empresari@s como ell@s, defiendan sus intereses? La sostenibilidad económica de las Asociaciones es fundamental para que puedan desarrollar sus proyectos.

Las Asociaciones de Comerciantes serán autosuficientes económicamente… o no serán, porque la autofinanciación implica libertad de acción, lo contrario… pues eso…

Como he comentado al principio esto es solo una opinión… mi opinión, si alguien se siente aludido u ofendido, lo siento, no era mi intención, era simplemente plantear un ejercicio de reflexión para un sector al que he dedicado toda mi vida laboral.
Y no, no me he olvidado de los técnicos, gerentes y otros profesionales al servicio de la causa del comercio local… pero eso queda para otro día.

                                                                                                                         Bilbao, noviembre de 2019

J.P.M.A.B.

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